Babel (2001), instalación de Cildo Merieles, en el Tate Modern de Londres
El artista brasileño Cildo Meireles titula Babel una gran instalación cuya estructura cónica de metal de cinco metros de alto y dos de ancho está totalmente repleta de radios. Todas encendidas crean un efecto estético que estimula los sentidos de la vista y del oído. Mirándola, Babel aparece como una imponente torre mellada de luces en la oscuridad que confunde al espectador por sus ruidos indescifrables. Las centenas de voces que provienen de las radios de diversas zonas y periodos provocan un cierto efecto de desorientación, sobre todo al intentar constatar que cada una de ellas se diferencia de las otras por la lengua, acento, pronunciación, argumentos y melodías. Las radios transmiten música, noticias y varios programas radiofónicos desde diferentes ciudades de varios países, conectando de esa forma la totalidad del mundo en una sola sala expositiva. Babel representa la confusión babélica materializada en objeto artístico. El hecho de que las radios estén todas conectadas y sintonizadas entre ellas por estar situadas en una misma estructura, no significa que Cildo Meireles quiera enfatizar la afirmación de la diferencia, sino más bien que quiera crear una situación de contraste y colisión para denunciar la dificultad de la coexistencia de la diferencia en un mismo lugar.
Modesta Di Paola, «La Babel de Ciro Meireles»
https://interartive.org/2015/05/babel-cildo-meireles-di-paola
Cildo Meireles se refiere a Babel como una «torre de la incomprensión». Compuesta por cientos de radios, cada una sintonizada en una emisora diferente, la escultura remite a la historia bíblica de la Torre de Babel, una torre tan alta que alcanzaba el cielo. Dios se ofendió por esta estructura e hizo que sus constructores hablaran en diferentes lenguas. Incapaces ya de entenderse entre sí, se dividieron y se dispersaron por la Tierra, dando así comienzo a todos los conflictos de la humanidad.
Babel está constituida por radios analógicas de distintas épocas, desde grandes radios valvulares de la década de 1920, que conforman los niveles inferiores de la torre, hasta las más pequeñas radios electrónicas producidas masivamente en años más recientes, que forman su cima. Al utilizar radios de tamaño decreciente desde el suelo hasta el techo, Meireles realza la sensación de altura de la torre.
«La cantidad y diversidad de radios y todos los diferentes tipos de objetos sonoros» que vio en las tiendas de saldos de Canal Street, en Nueva York, inspiraron la elección de materiales del artista brasileño.
«Las radios son interesantes porque son físicamente similares y, al mismo tiempo, cada una es única», comentó Meireles.
Del mismo modo, el ruido que produce Babel es constante, pero la mezcla específica de voces y música está en constante cambio, de modo que no hay dos experiencias iguales con esta obra.
Texto original (en inglés), en https://www.tate.org.uk/art/artworks/meireles-babel-t14041